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Marielena Hoyo Bastien |
Algo que nunca he podido borrar de mi mente; situación que además, legalmente se repite a diario en todos los antirrábicos mexicanos, es la imagen de los perros cuando totalmente desvalidos, descontrolados y aterrados por lo que pasa y olfatean a su alrededor, esperan su muerte por electrocución en un lúgubre y húmedo pasillo o dentro de un mismo cuarto donde encerrados más de una docena, aguardan con total sumisión y pánico su cruento destino por otro medio, sin haberles faltado un previo arrastre con la consabida golpiza, y por supuesto no habiendo recibido alimento ni agua por días. Nunca he podido encontrar explicación para esta pasiva actitud de los perros, más, cuando cada uno o todos a la vez, podrían irse a mordiscos sobre su verdugo hasta terminar con su existencia. Es algo que me cala y que por ello me hace vivir con una permanente deuda y hasta con un cierto enojo hacia los perros, todos, a quienes de continuo les reclamo ser tan dejados… ¿Su respuesta?... invariablemente la mágica ternura de su mirada sobre mis lágrimas, y una enérgica movida de rabo con la que recompensan invariablemente mi dolor. Y es que… nos falta tanto para llegarles…
Esta vez arrastro el terrible tema porque… desde hace unos días la Federación Chilena de Protección Animal circula cibernéticamente un video con escenas de abuso sobre un indefenso animal, hecho todavía más inexplicable que lo anterior, si es que cabe la expresión, pero que igualmente se da sobre un perro que no solamente resulta maltratado a base de jaloneos y arrastres por el piso, sino que además es pateado en varias ocasiones con toda la fuerza de que es capaz un energúmeno alto y gordo, con 21 años de edad. Fue gracias a una cámara de seguridad instalada para captar el interior del elevador de un edificio de departamentos enclavado en elegante zona newyorkina, donde se dio el hecho, que el mismo se pudo documentar debidamente para proceder contra de Chris Grant, según, el nombre del abusador, detenido ya por la policía. El perrito afectado es descrito como de la raza chihuahua, aunque más bien parece un papillón blanco con algunas marcas negras, y aunque la información asegura también que el delincuente es el propietario de CHUVI-DUVI, su facha y proceder lo delatan más bien como “paseador de perros”, esta vez, un ser resentido e iracundo y por ello altamente peligroso, que en adelante deberá ser estrechamente vigilado, tal como lo será un fulano del que desgraciadamente se reservó el nombre públicamente, pero que se presume vino a ser el primer caso de maltrato animal que se castiga duramente en España, concretamente en la Granada de Federico García Lorca. Resulta que el tipejo fue sorprendido propinándole en plena calle una brutal paliza a su perro… “porque ello le servía para relajarse”… lo que además de valerle el decomiso del animalito -entregado a la asociación protectora de la zona que mismo interpuso la demanda, gracias a que uno de sus miembros presenció la agresión- lo obligó al pago de una fuerte multa, haciéndose además acreedor a una prohibición para más nunca poder tener animales de compañía… por algo se empieza… como tendrá también que comenzarse a proceder en nuestro México, donde el maltrato animal está a la orden del día, pero...
No solamente sobre los animales domésticos y de abasto. Ahora también sobre la fauna silvestre, aún la más rara o exótica, como se pudo constatar a partir del decomiso de mil 219 ejemplares, entre insectos, anfibios, reptiles y arácnidos que recientemente fueron asegurados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, durante un operativo de inspección y vigilancia en el Mercado Emilio Carranza de la colonia Morelos, en pleno D. F., y fauna que de un jalón, toda, fue entregada en custodia al Herpetario Reptilium instalado en el Zoológico de Zacango, Estado de México.
Al respecto, recordarán los amables lectores, lectoras, que en la pasada colaboración cuestioné la capacidad de tal lugar para recibir y atender debidamente a tan numerosa y difícil animalidad y… bueno… he aquí que recibí amable comunicación del MVZ Agustín Álvarez Trillo, a cargo no sólo de la colección exhibida en Calimaya y propiedad del ingeniero Humberto Espinosa Uranga, sino que este profesionista, con 15 años de práctica especializada, debe hoy luchar además y también porque su titánica labor tras bambalinas como Centro Mexicano para el Rescate, Rehabilitación y Conservación de Reptiles, sirva esta vez, especialmente, para lograr la sobrevivencia de las especies aseguradas por la PROFEPA, muchas de las cuales se encuentran listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2001 y protegidas por la CITES, esto es, por la Convención que regula internacionalmente el tráfico y comercio de las especies amenazadas de flora y fauna silvestres. Han de saber que para el Director de Reptilium resultó sumamente penoso ser testigo, a través de este aseguramiento, de lo que es capaz la maldad y avaricia humanas, ya que como el mismo me relató, “la forma en que recibieron a los animales fue dantesca”. Serpientes mutiladas de la cola, víboras de cascabel macheteadas y amarradas con ligas de su propio cascabel, cientos de culebras, salamandras, ranas y lagartos amontonados, provocándose por ello asfixia. “Animales sin haber sido alimentados por sus captores (¿o verdugos?); muchos muriendo por inanición. Peor aún fue cuando se les ofrecieron líquidos… algunos de los voluntarios que colaboran en el herpetario no pudieron contener las lágrimas. Yo nunca había visto a tantas tarántulas (19) ir inmediatamente hacia los recipientes donde les ofrecimos agua y permanecer más de 20 minutos bebiendo con desesperación. Dos de estos animales, pese a los cuidados, no sobrevivieron. Venían ya en muy mal estado, con varias patas amputadas”.
El doctor Álvarez Trillo, como muchas otras personas, incluyéndome, piensa que las leyes, tal como están y peor se interpretan, no benefician a los animales… “como en estos casos en que son transferidos a centros, donde si sobreviven, tendrán que pasar el resto de su vida en cautiverio” al existir la idea de que animales capturados o mismo producto del cautiverio, no pueden ser liberados ante la posibilidad de ser portadores de enfermedades. Y por ello trabaja intensamente, junto con otros colegas, en la elaboración de un protocolo que permita la segura liberación de estos individuos, “lo que les brindará una segunda oportunidad, manteniendo las poblaciones y la viabilidad genética in situ, en lugar de condenarlos a vivir poco o mucho en cautiverio”. Tal es el espíritu que mueve a este equipo. Apoyémosles no adquiriendo, por ninguna vía, vida silvestre.
Fuente : http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=480592
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