La sombra del horror planea sobre una perrera

Esther S. Sieteiglesias

MADRID- Un vecino de Burgos perdió a su perro. Lo buscó desesperadamente pero nunca apareció. Pidió cuentas a su Ayuntamiento, pues los municipios tienen un servicio de recogida de animales, y la pista del can se perdía precisamente en la empresa que la Diputación provincial tiene contratada para dicha tarea. Esto ocurrió hace un par de años. Desde entonces el Seprona no ha parado de investigar lo sucedido. Esta semana, los agentes han denunciado a la pareja encargada de la Clínica Veterinaria Arlanza, por maltrato animal y por el posible sacrificio de 106 perros.

Imagen del exterior de la Clínica Veterinaria Arlanza, en la carretera de Madrigalejo

Perder a un animal ya es de por sí un trago muy duro para los dueños. Pero si encima se averigua que el desaparecido pudo haber sido encontrado, es todavía peor. Como protectores del medio ambiente en España, los agentes de la Guardia Civil han destapado un caso en el que además han descubierto que uno de los dos denunciados ejercía tareas de veterinario sin estar colegiado, lo que podría ser considerado un delito de intrusismo profesional.

Los agentes han denunciado a los dueños por maltrato animal y posible sacrificio ilegal

Según fuentes del Seprona, el seguimiento comenzó hace un año. En esta clínica no había un registro de entrada y salida de los animales y, lo que es peor, no estaban el tiempo estipulado por la ley en sus instalaciones. La Ley 5/1997, de 24 de abril, de Protección de Animales de Compañía, cuando alguien demanda la recogida de un perro, establece que el órgano administrativo correspondiente se haga cargo del animal y lo retenga durante al menos 20 días, para tratar de localizar a su dueño. Para tener una idea de la cantidad de animales que se pierden en Burgos (Castilla y León), sólo en estos últimos cuatro meses los agentes han descubierto que recogieron a 106 perros. Sin embargo no saben dónde se encuentran. El Seprona sospecha que podrían haber sido sacrificados y sus cadáveres enterrados cerca de la clínica, que se encuentra en la carretera de Madrigalejo del Monte (entre Burgos y Aranda de Duero), aunque todavía no han descubierto los cuerpos. Como destacan las fuentes consultadas, esta empresa, que además de recoger los animales de la provincia era una clínica veterinaria y hasta una residencia canina, también se encargaba de los gatos perdidos de la zona. Fuentes del Seprona han reconocido que los felinos se sacrificaban directamente. «Ahora será un juez quien diga lo que les va a pasar».

Además de recoger para la Diputación, ofrecían servicios veterinarios y de residencia canina

La noticia ha causado asombro en todos los clientes de dicha empresa. Hay quien no se lo puede creer, pero también hay algunos vecinos que ya sospechaban algo raro. En distintos foros de internet se pueden leer las opiniones de unos y otros. De hecho, la página web del negocio sigue en marcha. Este periódico se puso en contacto con la pareja. Al otro lado del teléfono, el denunciado señaló: «Tenemos mucho que decir, pero habrá que ser prudente», al tiempo que reconoció que ya está todo en manos de su abogado.

Fuente : http://www.larazon.es/noticia/6653-la-sombra-del-horror-planea-sobre-una-perrera#