Los tilacinos, lobos marsupiales, pueden ’renacer’ gracias a la cienciaWikipedia
¿Les he contado ya que estuve de congreso en Australia? Seguro que sí. Fue uno de esos viajes que dejan huella para siempre... Además de virus, el tema del congreso, pude ver en su hábitat natural a un gran número de animales exóticos, como el equidna, los diferentes tipos de marsupiales como canguros y koalas, o la majestuosa emú, un ave parecida a los avestruces.
Sin embargo, hay un animal, el Tilacino (Thylacinus cynocephalus), un marsupial también llamado Tigre de Tasmania aparentemente extinto desde 1936 que ya nadie podrá ver. ¿O sí? ¿Podemos recuperar animales extintos?
Si dejamos de lado un proyecto de hace unos años de un grupo japonés que se había propuesto recuperar un Mamut a través de ADN congelado y utilizando hembras de elefante indio, científicos australianos han sido capaces de introducir genes -algo es algo- del tilacino en un ratón.
Han conseguido un ratón transgénico con ADN exógeno de un bicho que oficialmente ha sido considerado desaparecido desde 1986 (aunque el último visto fue en un zoo en Inglaterra mucho antes).
El trabajo ha sido publicado en la revista PLoS ONE y se realizó en la Universidad de Texas, eligiendo, para lainvestigación, ADN conservado en etanol, recuperado de un Tigre de Tasmania de hace 100 años, siguiendo un método que ya había demostrado su eficacia con ADN de Neandertal.
Lo curioso es que el ADN introducido en el genoma de un ratón funcionó como lo hubiera hecho en su animal de origen, facilitando el desarrollo de cartílago y hueso, en este caso. Por ello, Andrew Pask, director del estudio, habla de "éxito y posibilidad de estudiar la biodiversidad genética incluso con organismos ya desaparecidos".
Éste es un primer paso. Otro será tratar de recuperar y analizar genes presentes en animales inexistentes o, quizá en un futuro, tratar de recuperar al animal entero, ¿por qué no?
El Tilacino era un pobre marsupial carnívoro que cometió el error de meterse, gastronómicamente hablando, con las pobres ovejas de los primeros colonos australianos. Ahí firmó su sentencia de muerte. Era parecido a un lobo, pero con rayitas características.
Mientras tanto, un paisano suyo, el Diablo de Tasmania, está pasando también su pequeño calvario como especie por culpa de una rara enfermedad. ¡No somos nadie!
Fuente: http://www.rtve.es/noticias/20100729/sueno-recuperar-animales-extintos/342624.shtml
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