Los expertos aseguran que pueden producirse más casos como este, ya que no es la primera vez que ocurre (Fuente: EFE)
Ciento cinco ballenas de aleta larga murieron el sábado al oeste de la Isla Sur, y el domingo fallecieron otras 21 ballenas piloto al este de la Isla Norte, según Hans Stoffregen, portavoz del Departamento de Medio Ambiente neozelandés.
Stoffregen ha explicado que dado que no podían salvar a dos tercios de los cetáceos, decidieron sacrificarlos para no prolongar su agonía.
Pueden aparecer más cetáceos muertos
Otra ballena ha aparecido muerta la mañana del lunes en una playa de la Isla Norte, y las autoridades temen que más mamíferos puedan haber quedado varadas en otras costas del país, donde no es la primera vez que suceden estos casos.
El domingo, turistas y voluntarios lograron echar mar adentro a 43 cetáceos de un grupo de 63 en la playa de Coromandel en la Isla Norte, según el Departamento de Conservación del país.
Posibles causas
Los científicos desconocen la razón por la que algunas especies de ballenas acaban sus días en las playas y barajan la posibilidad de que acudan atraídas por los sonares de grandes buques o que sigan a un líder enfermo y desorientado.
Cientos de mamíferos han perdido así la vida en lo que va de año en Australia y Nueva Zelanda.
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