El primer registro oficial del perro majorero o bardino, originario de Fuerteventura y en peligro de extinción, lo conforman 55 ejemplares de entre uno y diez años que han sido seleccionados de entre los 300 censados por la Asociación por la Conservación de esta raza.
Su presidente, Beneharo Martínez, explicó a Efe en una entrevista que los trabajos de recría promovidos por la asociación en los últimos cinco años han permitido triplicar el número de ejemplares puros de esta apreciada raza canina, que no llegaba a cien en 2005, y que dispondrá, a partir de este registro, de su primer árbol genealógico oficial.
Martínez destacó que el perro bardino, nombre que recibe por el color atigrado de su manto, lo que impide que haya perros majoreros "negros, canelos o blancos", se han usado tradicionalmente en Fuerteventura tanto para el pastoreo, como para la caza y la guarda porque "las hambrunas no permitían alimentar a un can para cada uno de estos cometidos, de ahí que sea un animal muy polifacético".
Destacó que incluso la Fundación Once los ha requerido como perros guía, aunque los tres que la asociación cedió a la entidad, que permanecen en Madrid, no terminaron de adaptarse como lazarillos "porque no soportaban que un extraño se colocara al lado de la persona que tenían que guiar" debido al exceso de celo con el que marcan su territorio.
Con motivo del Día de Canarias, Beneharo Martínez y los criadores y aficionados del bardino de esta asociación, fundada a finales de 2007, han intensificado la divulgación y promoción de esta raza canina para que la población se interese por ella frente a otras foráneas o "de moda", ya que ello contribuirá a que no desaparezca, y a que "no den gato por liebre a nadie", como ocurre con muchos descendientes de perros mestizos con manto abardinado.
Aunque la Asociación por la Conservación del Perro Majorero ha censado a 300 ejemplares puros, entre cachorros y adultos, sólo son susceptibles de incluir en el registro oficial presentado en la última edición de la Feria de Agricultura, Ganadería y Pesca de Fuerteventura, los que tienen más de un año y menos de diez, es decir, que "más de un tercio se ha quedado fuera".
Además, de esos 300, los aptos para la reproducción no llegan al centenar, ya que el ciclo se inicia a los dos años, cuando se ha completado su desarrollo morfológico, y finaliza legalmente a los diez, "aunque un macho puede seguir cubriendo perras más tiempo, lo que no debe ocurrir con las hembras, porque se descalcificarían".
Beneharo Martínez destacó que aunque el bardino está adaptado al clima de Fuerteventura, lo que implica que soporta bien el sol y el calor sin necesidad de beber mucha agua y está acostumbrado a caminar por pedregales, montañas y riscos, este perro también se acomoda a la ciudad, siempre que disponga de espacio, de ahí que se suela demandar como guardián de chalés.
Con la única ayuda que reciben de criadores, el Oasis Park La Lajita y el Instituto de Investigación y Ciencia de Puerto del Rosario (Inipro), la Asociación por la Conservación del Perro Majorero, cuyos orígenes algunos remontan a la época prehispánica y otros a la Conquista de Canarias, en el siglo XV, celebra que su árbol genealógico oficial permita seguir la evolución de una raza que, junto a la cabra majorera, simboliza a Fuerteventura. EFE
fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=402274
No hay comentarios:
Publicar un comentario