martes, 20 de abril de 2010

El retorno a la edad del burro

Joan Pujades y su mula Rotgeta transportan material pesado hasta una obra en la Serra donde las máquinas no llegan

Joan Pujades y Rotgeta, antes de iniciar un trayecto hacia la  obra.
Joan Pujades y Rotgeta, antes de iniciar un trayecto hacia la obra. Foto: J. Mora

La difícil orografía de los municipios de la Serra de Tramuntana se resiste al paso del tiempo y a la llegada de las máquinas que facilitan el trabajo del hombre. En algunos lugares hablar de máquinas es todavía un hito por llegar. Y si no que se lo digan a Rotgeta, una mula que se encarga de transportar el material de una obra que lleva a cabo el ayuntamiento de Deià en el camino de Can Pabó, donde es imposible que puedan acceder las máquinas que habitualmente transportan este tipo de material.

Su propietario, el inquer Joan Pujades, es un conocido aficionado a los equinos y salvó a los operarios de esta obra de tener que cargar a su espalda centenares de sacos de arena y cemento para llevarlos al lugar donde realizan los trabajos. Este transportista, y organizador de la Fira del Mul de Inca, tuvo la genial idea de facilitar el transporte de materiales a los operarios que renuevan el camino de Can Pabó con la ayuda de una de sus mulas.

Equipada con el tradicional "bast" de carga, Rotgeta ya se conoce el camino de memoria y sin demasiados impedimentos sube los peldaños del estrecho y sinuoso camino que une el Clot con el Puig de Deià.

Joan Pujades explica que el animal realiza a diario "unos 25 viajes de carga transportando una media de cien kilos de material por trayecto". El propio Pujades se encarga de cargar el animal a pie de calle colocándole varios sacos a sus lomos procurando repartir bien la carga a ambos lados de sus lomos para que el equino no pierda el equilibrio. Una vez que la mula está ya cargada con un simple silbido el animal inicia su camino hacia donde trabajan los albañiles y allí un operario se encarga de descargar el animal. Y una vez hecho Rotgeta inicia su camino de regreso de unos 400 metros hasta el camión donde hay los materiales de construcción. Y vuelta a empezar.

El propietario del animal explicó que "Rotgeta nos ha salvado de mucho trabajo" en tanto que el animal se convirtió en el único medio efectivo de transporte para hacer llegar el cemento y otros materiales hasta la obra. En sus lomos ha cargado cemento, grava, arena, piedras y otros materiales de la construcción, resalta Pujades que se muestra orgulloso de la labor que realiza su animal.

Prácticamente desaparecidos

Este animal tiene 12 años de edad y su amo asegura que estos animales tienen una vida de unos 30. "Aunque hoy en día viven muy bien estos animales", asegura Pujades que en sus establos da cobijo a diversas especies de equinos hoy prácticamente desaparecidos del mundo rural mallorquín. Es propietario de mulas, caballos de arrastre y burros y de vez en cuando los utiliza para el transporte de materiales o leña como un hecho puramente nostálgico para recordar cómo antiguamente se realizaban algunas tareas hoy en día totalmente mecanizadas.

Joan Pujades tiene un cariño especial con los equinos y muestra de ello es que anualmente organizan la Fira del Mul en el marco de los actos del Dijous Bo. Lo dice orgulloso al tiempo que explica que una vez que Rotgeta termina su tarea de subir material a la obra la conduce a un establo que le han prestado en Deià para dar cobijo al animal. Tras quitarle el "bast" de carga, Pujades recompensa la mula con forraje por su tarea realizada.

Fuente: http://www.diariodemallorca.es/part-forana/2010/04/20/retorno-edad-burro/563323.html

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