Las multas por conductas contra la moral se han disparado de 50 a 1.300 euros
Los jefes morales de Irán han vuelto a arremeter contra los perros a los que califican de "inmundos" recordando que las actitudes cariñosas hacia ellos son una copia de las constumbres occidentales. Lo hacen en una fatua, un pronunciamiento de un entendido en el Islam, en este caso un gran ayatolá. La fatua se suma al anuncio de multas estratosféricas a quienes tengan conductas que atenten contra la moral. Malos tiempos para pasear por Teherán.
Imagen de archivo del presidente iraní. Foto: EFE
El año pasado, con la polémica suscitada tras la reelección de Ahmadinejad, los ayalotlás iraníes se relajaron un poco y dejaron que las jóvenes aflojasen sus pañuelos y llevasen de paseo a sus perros, a pesar de que es una ocasión en la que pueden inducir a pecar a los hombres jóvenes poseedores de canes, según recoge el diario "La Repubblica". Sin embargo, lo del verano pasado fue un despiste, no una muestra de relajación. La prueba es que la Policía ha anunciado un aumento exorbitado de las multas por conductas inmorales: de 50 a 1.300 dólares, casi nada. Y a continuación una nueva directriz moral que arremete contra los perros: el ayalolá Nasser Makarem Shirazi los califica de "inmundos", "sucios" y "occidentales".
"Indudablemente el perro es un animal inmundo" ha sentenciado el ayalolá: no sólo no puede ser sacado a paseo, ni siquiera ser tenido dentro de los muros de casa o en el jardín propio. Sólo el Presidente tiene derecho a tener cuatro perros. La razón es que son perros guardianes. Su compra hace unos años en Alemania, al precio de 110.000 euros cada uno, fue comentada entre los iraníes. El propio Ahmadinejad hizo emitir una fatua en la que se recogía su derecho a poseer cuatro perros "porque su uso sólo es limitado a garantizar su seguridad", dice la directriz. Nada de acariciar sus cabezas ni de sacarlos a paseo por el parque. "Las relaciones amistosas con los perros son una ciega imitación de las costumbres occidentales", añade Makarem Shirazi, "los occidentales quieren a sus perros más que a su mujer y a sus hijos".
A pesar de las prohibiciones, la posesión de perros como animales de compañía ha crecido en los últimos tiempos en el país. Sus dueños se defienden argumentando que en el Corán no se dice nada en contra de estos animales. La controversia teológica sobre si los canes son o no admitidos por el Islam comenzó tras la revolución islámica del 79. Pero en Irán parece que lo que más les preocupa es lo que tiene de invasión occidental. LA
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