"Nadie puede escapar al ataque de un perro potencialmente peligroso; si ha decidido que va a morderte, es muy complicado que te puedas escapar". Es la opinión de uno de los expertos en animales domésticos más acreditados en Canarias, Carlos Millet, horas después del ataque de un pitbull, que acabó con la vida de un niño de tres años, en Tenerife. Pero, según los expertos consultados, estos ataques son excepcionales, más relacionados con la capacidad del dueño para educar al animal que con una naturaleza violenta de este.
Millet incide en la personalidad, la estabilidad emocional y preparación del dueño. "Lo primero -advierte- es que estemos ante una persona realmente capacitada para poder controlar a un perro en un momento crítico". Las situaciones de peligro en domicilios, fincas, calles, parques o playas "son fruto de inexperiencia, falta de preparación para tener este animal o mala suerte".
Un Real Decreto de 2002 estableció un catálogo de perros potencialmente peligrosos. El listado incluye a razas pitbull, staffordshire bull terrier, american staffordshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu, akita inu y sus cruces.
"Nada científico demuestra que esas razas, por el hecho de ser razas, sean peligrosas", afirma Miguel Ibáñez, etólogo de la Universidad Complutense de Madrid. "Lo que hace peligroso a un animal es la falta de socialización en periodos sensibles".
Según Ibáñez, no conviene separar a la cría de la madre y la camada hasta las siete semanas. En ese tiempo el animal recibe "información básica" para tener seguridad en sí mismo y menos agresividad. Entre las ocho y las 12 pueden empezar a convivir con humanos. "A esa edad los ven con normalidad y tienen reacciones ponderadas", afirma.
"La ley es un fracaso porque se hizo con precipitación, en respuesta a un periodo de agresiones", asevera el presidente de la protectora de animales El Refugio, Nacho Paunero. "Y determinar razas potencialmente peligrosas es su primer error. Miles de familias tienen pitbulls; los ataques son algo aislado".
Para tener un perro de esas razas basta obtener una licencia, que incluye requisitos como aptitudes psicológicas adecuadas y un seguro de responsabilidad civil a terceros no inferior a 120.000 euros. "Las administraciones deberían exigir al propietario preparación para educar a su perro; en Alemania se exige un curso de formación", reclama Ibáñez.
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