El animal tiene solo unos meses y pesa tres kilos y medio.
FOTO: SERVICIO ESPECIAL
La Guardia Civil continúa sus investigaciones para determinar la procedencia del oso hallado el pasado viernes en el interior de un turismo que conducía por la A-2. Mientras tanto, en el Centro de Recuperación para Fauna Silvestre de La Alfranca la preocupación es otra: encontrar un hogar para el animal, que con solo unos meses y separado de su madre, no puede ser liberado en el medio natural. Una de las alternativas que se barajan ahora como más probables es el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Santander, donde ya viven otros plantígrados.
"La cría tiene unos seis meses y está todavía en periodo de dependencia de su madre, por lo que ahora necesita a los humanos --explicó Manuel Alcántara, jefe del Servicio de Conservación de la Biodiversidad del Gobierno de Aragón--. En la naturaleza lo pasaría mal, tendría problemas con otros adultos, es difícil que lograra alimento por sí mismo y, aunque lo hiciera, tendería a acercarse a las zonas habitadas". Por todo ello, su puesta en libertad es imposible, y el departamento busca ahora la ubicación idónea, a la que podría ser trasladado en solo una o dos semanas.
El osezno, que llegó al centro con algo de deshidratación, estrés y pesando solo tres kilos y medio, se recupera con rapidez en La Alfranca. La experiencia es nueva para los profesionales del centro, acostumbrados más a buitres o quebrantahuesos que a su nuevo visitante. Alcántara señaló que los técnicos se pusieron inmediatamente en contacto con especialistas habituados a estos animales para conocer sus necesidades. "Por aquí ya había habido tejones o zorros, que son parecidos en cuanto a la alimentación, pero el comportamiento es muy diferente", puntualizó.
Los trabajadores ya se han llevado los primeros sustos, afortunadamente sin consecuencias. El animal "es muy mimoso", pero también "tiene dentadura y responde si le importunas", relató el responsable. La impresión de los técnicos es que el oso fue separado de su madre hace poco más de una semana, por lo que presenta dificultades para tomar el biberón, aunque acepta bien los alimentos sólidos. Lo que no tiene es un nombre oficial. "Lo llaman de distintas maneras, pero mejor que no nos encariñemos, porque cuanto menos esté con nosotros, mejor", recordó Alcántara.
Fuente: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=588113
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