sábado, 31 de octubre de 2009

Ahora ya se sabe cómo es la verdadera "vida de perros"















Científicos y laboratorios especialmente desarrollados para investigar a los canes han logrado desentrañar cómo piensan y ven el mundo estos animales tan cercanos al hombre.

Débora Gutiérrez A.

Se ha preguntado por qué a su perro le gusta dormir en su cama, sacar la cabeza durante un paseo en auto o perseguir el palo de madera que le lanzan una y otra vez. Un número cada vez más mayor de científicos e investigaciones dedicadas al comportamiento canino dan las primeras luces de cómo es la vida de los perros y qué realmente pasa por su cabeza.

Alejandra Horowitz, psicóloga y experta en comportamiento animal de la U. de Columbia, EE.UU., acaba de lanzar su libro "Dentro de los perros: lo que los canes ven, huelen y saben", donde reúne valiosa información sobre estos animales.

"Los perros son inteligentes en muchas formas, pueden resolver problemas, comunicarse, planear; son muy sociables con otros perros, con nosotros y con otras especies, pero además tienen emociones: se aburren y sienten afectos", explica a "El Mercurio" la autora.

Una característica vital de los perros es que experimentan el mundo con la nariz y luego con la vista. Por lo tanto, "piensan en olores"; el perro se despierta y huele, de esta manera reconoce quién está en casa, si hubo visitas en la noche o si algo cambió a su alrededor.

El mundo en olores

Su sentido del olfato esta mucho más desarrollado que en cualquier otro animal. En efecto, dependiendo de la raza, los canes puede tener hasta 300 millones de receptores de olfato, lo que los hace expertos en los olores más imperceptibles para el ser humano. La información que los perros son capaces de obtener cuando huelen los zapatos de un recién llegado es muy amplia: si estuvo en contacto con otro perro, si está ansioso e incluso si tuvo sexo recientemente.

Por eso, advierte Horowitz, oler para los perros es tan importante como la visión para los seres humanos, que soñamos con imágenes. "Probablemente estos animales sueñan, pero lo hacen 'en olores'. Lo peor que pueden hacer los dueños de los perros, asegura, es lavarlos con champús con perfumes muy fuertes. Prácticamente les quitas días de memoria olfativa", dice.

Otro de los comportamientos que más han sorprendido a los científicos, y razón por la cual se crearon Laboratorios de Comportamiento Canino en las Universidades de Harvard y Duke, es la capacidad que tienen los canes de interpretar los gestos de los seres humanos. El científico Brian Hare, de la U. de Duke, dice a "El Mercurio" que estos animales son fascinantes porque nos entienden muy bien. Nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés, no pueden leer el lenguaje corporal como lo hacen ellos".

Los perros domesticados, dice Alexandra Horowitz, con el paso del tiempo se han especializado en el comportamiento humano. Por eso no es de extrañar que estos animales sean capaces de percibir cuándo su dueño está enojado o feliz, o cuándo recibe un elogio versus una reprimenda. "Son espías muy buenos de nuestro comportamiento, mucho mejor que nosotros de ellos.

"Pueden descifrar lo que los seres humanos indican. Son capaces de comer del plato con la comida oculta si su dueño le indica que ahí está", comenta Kara Schroepfer de la U. de Duke. El proceso de domesticación, agrega, ha permitido a los perros evolucionar para no sentir miedo de los humanos y transformar su agresión en comprensión. Además, viven con nosotros antes de las ocho semanas, por lo tanto somos sus agentes sociales más importantes.

Una de las grandes preguntas de la investigación a futuro, concuerdan los expertos, es descubrir si los perros piensan de sí mismos como individuos.


Diccionario de comportamiento canino

El estudio de los perros en laboratorios ha generado numerosas explicaciones a las formas más comunes que tienen estos animales de comportarse.

Sacar la cabeza cuando el auto está en marcha: tienen entre 200 y 300 millones de receptores del olfato en un área no mayor a un pañuelo, por lo mismo, ellos conocen el mundo con el olfato. Cuando contemplan el paisaje necesitan olerlo para obtener información de lo que hay.

Un oído privilegiado: un lugar silencioso para los humanos puede ser un mundo de sonidos para los canes. Ellos detectan frecuencias bajas de sonido entre 16 y 20 Hertz (los humanos hasta 20 Hz), además, detectan rápidamente un sonido al mover sus orejas.

Dormir en la cama de sus dueños: para un perro el lugar más seguro y confortable es aquel que tiene olores conocidos, como la cama de sus dueños, por eso prefieren ese lugar para dormir.

Tomar objetos en el aire: la visión de movimiento de los perros es cuatro veces más veloz que la de los humanos. Tienen una habilidad natural para ver y "cazar" objetos que van en el aire como los discos y las pelotas.

Orinar los árboles: los perros se comunican con los olores, por lo tanto, orinar les permite entregar mensajes sobre su salud sexual, su presencia y su interés por copular.

No pueden ver objetos de cerca: los fotorreceptores de los ojos de un perro no se concentran en el centro, como sí ocurre en los humanos, sino en las zonas periféricas. No pueden ver un objeto que tiene a centímetros de su cara.

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