Cada año, el 17 de octubre, la población de Nepal celebra el día del Kikur Tihar, o festival de los perros, en el que la gente coloca guirnaldas a sus animales y les ofrece comidas deliciosas para reconocer su fidelidad y lealtad como compañero del hombre durante siglos, comenta “Nepalnews.com”.
La mitología hindú considera al perro como guardián de Yamraj, el Señor de la Muerte. También se les considera como el semental del terrífico Vairab, dios de la aniquilación.
El Mahabharata, la gran epopeya mitológica de la India, habla sobre la cercana relación que ha disfrutado el perro con la humanidad.
Según este relato épico, un perro acompañó a Dharmaraj Yudhisthir (el arquitecto universal y deidad de artesanos y arquitectos) en su viaje a los cielos.
Ya por la noche de ayer sábado, los nepalíes dedicaron su veneración a Laxmi, la diosa de la Fortuna, en cuyo honor encienden lámparas alrededor de sus hogares.
El festival dedicado a los perros se celebra en el segundo día del Tihar, festividad de cinco días también llamada Yamapanchak, que literalmente significa cinco días del inframundo.
Festejo de unidad Con motivo de esta festividad, en Katmandú, la capital de Nepal, los católicos y sus compatriotas hindúes se unen a la celebración que conmemora la victoria de la luz sobre la oscuridad.
“Como el festival guarda especial importancia cultural, todos los nepaleses, independientemente de su religión, se unen a las celebraciones como una sola comunidad”, afirma el sacerdote Robin Rai, párroco vicario de la Iglesia de la Asunción.
“Aunque no hay una declaración oficial de la Iglesia para nuestros hermanos hindúes por esta celebración, yo personalmente quisiera desearles un feliz y seguro Tihar”, agrega.
Durante el festival los hogares se adornan con lámparas y en los alféizares de las ventanas y las terrazas se colocan lámparas de aceite y velas.
El padre Rai señala que, oficialmente, la iglesia no enciende lámparas o velas para celebrar este día, pero los feligreses lo hacen en sus hogares y con sus familias.
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